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Las flechas atravesaron justo por los pechos de algunos de los Arqueros Espíritus Blindados y las cabezas de los otros, saliendo por sus espaldas y la parte trasera de sus cabezas, respectivamente, abriendo un agujero profundo del tamaño de un huevo en cada uno de sus cuerpos metálicos. Sin embargo, incluso después de todo eso, las flechas siguieron su vuelo hasta el final.
Se detuvieron solo después de que sus puntas se incrustaron en las paredes del corredor, fragmentos de piedra y polvo cayendo hacia abajo, manchando la alfombra roja terciopelo en el suelo.
Esto le demostró a Roy lo poderosas que eran. Él sentía que estaba jugando DMC 5 en modo infierno. Sería el fin del juego para él si alguna de ellas le golpeara una sola vez.
Sin embargo, ni un solo ataque de ellos logró llegar al cuerpo de Roy, porque se había convertido en un fantasma a tiempo.
Se agradeció a sí mismo por idear un plan a tiempo que no solo salvó su pellejo, sino que también los jodió a ellos.
