—Nos encontramos con un enjambre de ellos hace no mucho tiempo. Estaba compuesto de diez mil desgarradores. Quizá el ladrón era parte de él —Al oír sus palabras, Ganesha se iluminó. Finalmente, habían encontrado una pista. El Señor Murciélago también se mostró más optimista respecto a encontrar al ladrón y recuperar la fruta.
—¿Dónde están ahora? —preguntó Ganesha.
—En el infierno —respondió Arlo.
Los ojos del Señor Murciélago se abrieron tanto como platos al oír sus palabras.
—¿Él solo acabó con esa enorme horda? E-Este bastardo ha envejecido como el buen vino. Se ha vuelto viejo e incluso ha perdido su cabello, pero su fuerza no ha disminuido. En lugar de disminuir, solo ha aumentado.
Mientras tanto, Ganesha interrogaba a Arlo.
—¿Te ocupaste de esos bastardos de los Humedales? —preguntó Ganesha.
—No, no fui yo quien los eliminó —Arlo señaló a Roy y a los adolescentes y dijo:
— Fueron ellos.