```
—Se oyó decir a Arlo: «Lo último que quiero decirte es que eres impermeable a ataques mágicos y físicos, pero no a todos. Así que vuelve a temer a la muerte y no te lances imprudentemente contra los ataques de tus enemigos en tu forma de niebla».
—¿No lo soy? —Roy inhaló sorprendido.
Estaba desconcertado.
Cada ataque contra su niebla hasta ahora había fallado en herirlo.
Pero ahora le decían lo contrario.
Esto lo impactó al darse cuenta de la suerte que había tenido de no haber encontrado tal ataque.
—Experimentarás que no lo eres después de que lleguemos al pueblo cubierto por el olor a té —agregó Arlo.
—¿Qué me espera allí? —preguntó Roy.
—Alguien que puede golpearte en tu forma de niebla. Realmente quiero que se conozcan —dijo Arlo, con una sonrisa misteriosa en su rostro.
Roy pensó dos veces antes de preguntar:
—¿Q-Quién es?
—Tu primo —respondió Arlo.
Roy tenía una idea de quién podría ser, pero jamás se le cruzó por la mente que podría ser su primo mayor.