Atrapado dentro de una pared como un perdedor amargado, Caminante Fantasma parecía confundido y patético.
—¿C-cómo es que me golpeó? —Había visto claramente una distancia de tres dedos entre él y la superficie de la espada de Roy. Su espada no lo había conectado. La había esquivado. Sin embargo, el siguiente segundo, una fuerza ridícula se manifestó de la nada y lo golpeó. Eso lo confundió.
—Querías ponerte a la par conmigo esquivando tantos ataques como yo, pero mira a dónde te ha llevado. En serio, tengo curiosidad. Dime, ¿cómo se siente hacer el ridículo? —Roy se burlaba del antiguo y espectral caballero cuyos ojos se volvieron maníacos.
—Eres más fuerte que yo. Te lo concedo. —Caminante Fantasma se admitió inferior a Roy, pero luego se rió—. Pero no lo serás por mucho tiempo.
Roy no sabía por qué, pero se sintió nervioso cuando vio la manía en sus ojos.
—¿Q-qué estás planeando hacer? —preguntó Roy.