La expresión de Zelliolx cambió rápidamente cuando notó los cambios en la postura de Kieran y cómo estaba posicionado su cuerpo. Esta posición indicaba la preparación de un ataque relativamente peligroso. Sin embargo, en lugar de retroceder por miedo, la emoción presente en los ojos de Zelliolx ardía como llamas desenfrenadas.
Grandes ráfagas de un aura salvaje comparable a la de los animales feroces que se encuentran en el bosque emanaban de Zelliolx mientras avanzaba, lo que se convirtió abruptamente en una carga descontrolada. Zelliolx no se preocupaba lo más mínimo por la plataforma ya dañada. Cada paso dejaba una profunda huella en su superficie.
¡Bang!