La teniente Becki y su ala siguen a la Ira de Tarith de regreso al pantano, buscando mechas que podrían haber sido atraídos por la batalla.
Si los rebeldes son inteligentes, encontrarlos será difícil. La Ira de Tarith es una enorme firma de calor y puede ser vista desde bastante distancia. La única decisión correcta para una fuerza agotada de mechas ligeros cuando la ven es darse la vuelta y correr, esperando que ella aún no los haya visto.
No es que un puñado de mechas ligeros no pudiese derribar a un cruzado en circunstancias normales, pero su estilo de combate cuerpo a cuerpo está lejos de ser estándar, y en algunos lugares el agua les llega a la cintura a los mechas de línea con un fondo fangoso. Simplemente no tendrán la movilidad para maniobrar alrededor de la Ira de Tarith para poder apuntar a sus puntos débiles y sobrevivir.