El prado entero tenía una extensión de cien kilómetros cuadrados, y el gigantesco río se dividía en más de diez rutas, todas yendo en varias direcciones.
El prado tenía árboles gigantescos absolutamente preciosos y hermosos, plantas, flores y varias otras cosas.
Además, era totalmente colorido, ya que árboles, plantas, flores y hasta las rocas tenían varios colores como naranja de ensueño, verde, rojo ardiente, azul, azul hielo y múltiples tonos de esos colores.
Animales inofensivos como conejitos pequeños, ciervos, gorriones coloridos, mariposas y demás, deambulaban por todo el lugar y jugaban con la gente.
Uno podría preguntarse por qué este lugar se llamaba Prado de Guerreros a pesar de su ambiente pacífico y sin peleas en ninguna parte.
Bueno, peleas y batallas sí ocurrían en todos lados, pero tenían lugar en mini-dimensiones adjuntas a varios árboles, flores y plantas.