Después de que Arkhen y Sierra salieron al mediodía del día siguiente, Meya los estaba esperando con las mejillas hinchadas.
Ella en realidad había limpiado el patio de su desorden y acababa de sentarse en la mesa cuando vio a Arkhen y a Sierra saliendo con ropa completamente nueva y mostrando un aspecto muy fresco.
—¡Los odio a los dos! —dijo Meya, inflando aún más sus mejillas.
Arkhen y Sierra sonrieron con resignación.
—Lo siento, chica. Jaja, pídeme lo que quieras, y yo lo haré realidad —dijo Arkhen mientras caminaba hacia Meya y la levantaba antes de sentarse en una silla y luego poner a Meya en su regazo.
—Saldremos en una cita en el Imperio Frezya, y luego me desflorarás por la noche en el resort más hermoso allí en la montaña de Nieve Astral —dijo Meya mientras cruzaba sus brazos bajo sus senos con una expresión dura.
—Desflorar... —Sierra sonrió con pesar. Esta chica realmente era audaz con las palabras.