—Jaja, ¿qué estás diciendo, hombre? ¿Crees que me van a echar solo porque tú lo digas? —Niviam dijo entre risas burlonas—. Luego voló y comenzó a dirigirse hacia el gran y gordo núcleo corrupto a doscientos metros de distancia.
Arkhen entrecerró los ojos y apuntó con la mano al hombre antes de decir:
—Expúlsenlo o está muerto.
—Deja de bromear, jajaja.
Niviam continuó volando hacia el núcleo corrupto mientras la mano derecha de Arkhen (Hoja de Dragón Sarangan) seguía la silueta de Niviam. Cuando Niviam estaba a diez metros del núcleo corrupto, Arkhen chasqueó la lengua y decidió lanzar el ataque que había estado preparando.
—Eso lo tomaré yo, jajaj... —Justo cuando Arkhen iba a lanzar su ataque con todo su poder desde su Hoja de Dragón Sarangan, Niviam desapareció.
Un poco antes…