—Así que así es como quieres hacerlo, ¿eh? —murmuró Meya después de escuchar el plan de Arkhen. Un segundo después, sonrió y asintió—. Está bien, me prepararé para ello. Jeje, esperemos que el juego salga como quieres.
Primero, tenía que regresar al Ducado en el oeste y encontrarse con sus padres para el plan.
—Sí. Esperemos que salga como quiero —dijo Arkhen con un asentimiento.
—Aparte de eso —dijo Meya mientras se levantaba y se lamía los labios—, hermano Arkhen, prepárate esta noche. Vendré a tu habitación y me convertiré en tu mujer, jeje. Después de eso, puedes pedir mi mano a mis padres.
Meya se fue después de decir eso, dejando a Arkhen y Azela sonriendo con resignación.
—¿Qué les digo a sus padres? ¿Que quiero a su hija en mi harén? —dijo Arkhen con una sonrisa afligida.