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Después de cinco horas de incesantes sesiones de apasionado amor, Yura y Arkhen yacían uno al lado del otro.
El cuerpo de Yura estaba constantemente resplandeciente, y sus ojos cerrados mientras chispas blancas y místicas de energía la envolvían lentamente.
Tras unos segundos, el cuerpo de Yura quedó cubierto por un hermoso y espeso vestido de energía con diseños y patrones verde claro y rojo, mirando el vestido. El vestido parecía lo que te viene a la mente después de escuchar el nombre del vestido [Vestido de Hada del Bosque].
Poco después, todas las motas blancas entraron en el cuerpo de Yura mientras ella finalmente abría los ojos.
Giró su cabeza hacia Arkhen, una sola lágrima cayó del ojo de Yura mientras sonreía y decía:
—Ya que conseguí un poco de fuerza vital para activar mis poderes, ya he cortado mis raíces espirituales conectadas al bosque. Así que... estoy ascendiendo ahora ya que no puedo quedarme más tiempo aquí.
