—Ahora que sabes todo sobre mí y yo también sé sobre ti, diré una última cosa —dijo Arkhen mientras se inclinaba más hacia Yura con una sonrisa en su rostro—. Yura, te deseo verdaderamente desde mi corazón. Deseo tu cuerpo y alma ambos. Al igual que mis otras mujeres... te convertirás en mi pasión.
Yura se sonrojó ligeramente ya que también se sentía atraída por Arkhen y su personalidad. Resonaba con ella porque tampoco le importaba nadie excepto este bosque, y a Arkhen tampoco le importaba nadie excepto las personas que consideraba suyas. Por su gente, él iría a cualquier extremo, igual que ella iría a cualquier extremo para proteger este bosque.
—Yo… también… te deseo… —Yura dijo lentamente, rodeando con sus brazos el cuello de Arkhen mientras lo abrazaba—. Arkhen...
...
Arkhen se sentó encima de Yura y miró el rostro más hermoso que jamás había visto.