—¿Has oído hablar sobre la Diosa de la Luz? —Tanto Aditya como Lilith alzaron las cejas al oír esto.
—¿Diosa de qué ahora? —Pensaron en su mente.
Las personas que estaban teniendo esta conversación estaban sentadas justo detrás de ellos.
—¿Te refieres a la Diosa de la que todos en la Ciudad han estado hablando recientemente? —preguntó la segunda chica.
—Sí...!!!
—No creerías cómo ha cambiado mi vida después de que fuimos a conocer a esta Diosa.
—¿Espera, realmente fuiste a ver a la Diosa de la Luz? —La segunda chica, llamada Emma, sonaba realmente sorprendida.
—Verás, en los últimos meses, mi esposo ha dejado de tocarme durante la noche. Completamente dejamos de tener cualquier relación íntima. Al principio, asumí por error que mi marido debía estar demasiado cansado por su trabajo. Pero pasaron las semanas y nunca me tocó. Esto empezó a hacerme sentir ansiosa.