Mientras Aditya y Nerida hacían fila, la multitud bulliciosa a su alrededor lanzaba miradas curiosas hacia el humano en medio de las criaturas marinas. Los guardias, las personas que también esperaban en la fila e incluso los VIPs que pasaban no podían evitar robarle una mirada a la vista única ante ellos.
En medio de la diversa asamblea de más de mil seres, la forma humana de Aditya destacaba fácilmente. Su apariencia, a diferencia de las de los demás, lo marcaba como un forastero. Sin embargo, permanecía imperturbable ante la atención, enfocándose en la tarea que tenía entre manos. Se requería paciencia mientras esperaban su turno, observando las variadas razas que componían la fila. Entre ellas, Aditya notó un puñado de Elfos Marinos, cuya presencia era un testimonio de la rareza de su especie dentro del reino submarino.