—¿Estás seguro de que no quieres venir? —preguntó Aditya, desviando la mirada entre Alicia y Sylvie. De pie frente a ellas, vestido con su atuendo ceremonial para la boda, Aditya sintió un anhelo por su compañía. Sus esposas, Riya, Julia y Lara, se pararon a su lado, igualmente deseosas de asistir a la alegre ocasión.
—No, creo que aprovecharé este tiempo para mostrarle a Sylvie alrededor de la Ciudad de Azur —respondió Alicia, su voz llena de auténtico entusiasmo. Alicia sabía que Sylvie, siendo un alma aventurera, apreciaría explorar las maravillas de su bulliciosa capital.
Aditya asintió, entendiendo el deseo de Alicia de pasar tiempo de calidad con su mejor amiga. Colocó una mano en su hombro, transmitiendo su confianza y afecto. —Cuídate mucho, mi amor. No te pierdas en tu trabajo —le recordó suavemente, con un matiz de preocupación en sus palabras. Aditya apreciaba a Alicia y quería asegurarse de que ella priorizara su bienestar en su ausencia.