—Parece que tienes algo que decir sobre la escena —aunque el Emperador no había dicho nada mientras observaba la escena desarrollarse en el espejo, no era ajeno a lo que sucedía a su alrededor.
Había visto la reacción de su hermana cuando el hombre fue revelado en el espejo. Era cierto que ella lo conocía.
—Vi a esa persona cuando salí... O más bien a alguien que se le parece. Porque estoy segura de que no era él —respondió la hermana, con el ceño fruncido en profunda reflexión—. Este hombre en el espejo era sin duda alguien más.
—¿Y cómo estás tan segura de que este hombre no era él si se veía completamente idéntico? —preguntó el Emperador, sus ojos afilados con curiosidad.
—Porque la persona que vi... Estaba conmigo en el momento en que tuvo lugar esta batalla aquí —respondió la hermana, con el ceño fruncido en profunda reflexión—. Este hombre en el espejo era sin duda alguien más.