El viento frío cortaba a través del blanco y desolado paisaje mientras la caravana seguía adelante, los Shaccares tirando de los vagones con determinación. Valthorn, Kaizen y Xisrith estaban sumergidos en sus propios pensamientos, cada uno lidiando con sus propias preocupaciones y dilemas.
Valthorn reflexionaba sobre las palabras de Kaizen, sintiendo un peso en su corazón. Nunca había considerado completamente las consecuencias de sus actos antes, pero ahora, mirando hacia atrás al pueblo de los enanos de hielo, estaba comenzando a entender el impacto de sus elecciones. Las palabras del humano resonaban en su mente, desencadenando un torbellino de duda y remordimiento.
El elfo oscuro Valthorn tenía un aura de seriedad, sus ojos fijos en el horizonte mientras sopesaba qué destino les tenía reservado.
Kaizen, por otro lado, permanecía centrado en el viaje por delante. Estaba decidido a proteger a quienes lo rodeaban tanto como fuera posible.