El libro antiguo, ahora en las manos firmes de Kaizen, exudaba una energía antigua, como si pulsara con vida propia. Esperaba encontrar cosas extrañas en este lugar, ya que era la bóveda de conocimiento de los magos que crearon Olaynore, pero un libro mágico y misterioso como este era sorprendente incluso aquí.
Sus dedos se deslizaban cuidadosamente sobre las páginas amarillentas hasta que llegó al segundo capítulo, titulado "Dios de la Muerte y el Tiempo". Una sensación de anticipación y temor se cernía en el aire mientras Kaizen comenzaba a descifrar las palabras entrelazadas en esas páginas manuscritas y en un idioma muy antiguo, tanto que apenas podía entenderlo.