—OG, por favor preséntate a ellos —pidió Kaizen.
Og'tharoz, ahora al mismo nivel que los demás, dio un paso adelante. Era un hombre de aspecto sencillo con cabello largo negro, ropa vieja y una barba sin afeitar.
—Hola, nuevos compañeros, mi nombre es Og'tharoz, soy copropietario de esta tienda y también un demonio que ha vivido más de mil años —. La información de que Og'tharoz era un demonio viajó por la sala como un eco, hasta que golpeó las vitrinas de la tienda con espadas y regresó.
No era una criatura de aspecto demoníaco, de esas con piel escamosa roja profunda, tampoco tenía cuernos curvos saliendo de su frente ni ojos amarillos brillantes. Aun así, era un demonio.
Xisrith y Andrew observaban a Og'tharoz con una mezcla de fascinación, aprensión y miedo. Era la primera vez que se encontraban con un demonio en el mundo del juego. Andrew tragó saliva, mientras Xisrith ajustaba su agarre en la espada a su lado.