—El silencio se mantuvo entre ellos por un momento, cargado con una tensión que era imposible ignorar.
Klaus sentía como si hubiera algo no dicho en el aire, algo que no se relacionaba solamente con la conversación sobre su relación pasada. Miró a los ojos de Emma, intentando descifrar la complejidad de las emociones que veía allí. Mientras tanto, Emma luchaba internamente con sus propios sentimientos. Quería decirle a Klaus cómo se sentía realmente, pero el miedo al rechazo la paralizaba, justo como lo había hecho decenas de veces cuando había intentado encontrar el coraje para decírselo. Antes eran solo amigos, y su amistad significaba mucho para ella, porque Klaus era alguien increíble que siempre la escuchaba cuando lo necesitaba. La idea de arriesgarlo todo, incluyendo su amistad, era aterradora.