Klaus notó la tensión en el ambiente y un golpe de celos lo impactó al ver a Emma acompañada por otro chico. Sabía que solo eran amigos y que él tenía a Ashley, pero aún así no podía evitar el sentimiento.
—Buenos días, Emma —saludó Klaus, tratando de mantener una expresión tranquila a pesar de su nerviosismo interno. Luego presionó el botón del primer piso.
—Buenos días, Klaus. ¿Cómo estás?
—Bien, muy bien... ¿Y quién es tu amigo? —preguntó Klaus, tratando de disimular su incomodidad.
Emma sonrió y presentó al chico. —Klaus, él es Max. Es de mi departamento y está compitiendo en el torneo. Max, este es Klaus, el arquero fenomenal del que probablemente has oído hablar.
Max extendió su mano para saludar a Klaus. —Qué pasa, tío. Sí, he oído hablar de ti. Parece que tenemos un competidor de peso en el torneo.
Klaus estrechó la mano de Max firmemente. —Un placer conocerte, Max. Buena suerte en la competencia hoy, de hecho, a ambos.
—Gracias, tío —Sonrió Max.