El corazón de Klaus latía acelerado al reconocer a Emma, e instintivamente se escondió detrás de una columna al lado de la entrada del hotel.
Tras unos segundos, Klaus lanzó una mirada furtiva al vestíbulo, su corazón latía desbocado, y vio a Emma rodeada una vez más por Lucas y Riley. Como antes le había dado la espalda, por un momento dudó de que fuera ella, solo al verla de perfil en ese momento no tuvo más dudas.
Sus ojos azules, su fina nariz y su piel blanca como la nieve... Un torrente de recuerdos y emociones inundaron su mente. Con discreción, se refugió detrás de la columna de nuevo, para mantenerse fuera de su campo de visión.
El recuerdo de la última vez que vio a Emma todavía era tan intenso como una herida abierta, el sabor amargo de la decepción persistía vívidamente en su mente.