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—¿Quién está ahí? —preguntó Kaizen en voz alta, su voz haciendo eco por el salón silencioso.
El silencio permaneció por un breve momento antes de que una voz fría y burlona resonara por el salón. —Ah, Kaizen... Finalmente has llegado. Qué placer es finalmente conocerte.
Detrás del trono, una figura emergió de las sombras. Era una mujer de belleza sobrenatural, con largo cabello negro y ojos brillantes que parecían reflejar la oscuridad de la noche misma. Estaba vestida con una capa oscura y sostenía un báculo ornamentado en sus manos.
—¿Quién eres y qué haces aquí? —cuestionó Kaizen con una expresión seria y cautelosa.
La mujer respondió con una voz suave e hipnótica —Mi nombre es Elara. Y digamos simplemente que soy una hechicera errante, en busca de conocimiento y sabiduría. Su tono era sereno, pero había algo inquietante en su mirada.
