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Tras el final de la segunda semifinal entre Xanthea y Lily Sangrienta, la multitud que llenaba la Arena Valkyria esperaba con impaciencia el inicio de la gran final.
Todos los ojos estaban puestos en las dos entradas opuestas al campo de batalla, con la vasta mayoría de la multitud esperando la aparición de Kaizen.
En la sala de espera, Lily Sangrienta también miraba la puerta, esperando que su oponente apareciera. Sin embargo, él no apareció durante el intermedio de treinta minutos que siguió.
Cuando los organizadores finalmente llamaron a los jugadores a la arena y la multitud se quedó en silencio, Lily Sangrienta se levantó y caminó hacia la pequeña habitación oscura donde permanecería hasta que ambos fueran anunciados. Antes de abandonar la sala de espera, miró hacia atrás una última vez, esperando ver a Kaizen. Quería verlo antes de la batalla, desearle buena suerte y decirle cuánto le importaba. Pero él no estaba allí.
