Atrapado por todos esos enemigos, Kaizen estaba a punto de darse la vuelta para usar la puerta de entrada cuando recordó algo...
—Espera, maldita sea. Soy un Psíquico, no puedo huir de enemigos mediocres como esos, de lo contrario, ¿qué pensaría Nairo de mí? —murmuró para sí con resolución.
Luego, todo lo que necesitó hacer fue levantar su mano derecha mientras miraba confiadamente a estos seres sin conciencia. Una enorme cantidad de energía fue atraída alrededor de Kaizen, y su característica sonrisa villana apareció.
[Activando Habilidad de Clase
Instantáneamente, la gravedad de toda la cámara cambió por completo, como de agua a vino, y todos sus enemigos de repente sintieron un peso enorme sobre sus espaldas. Este peso que sentían era tan grande que no les permitía siquiera moverse, y mucho menos dar un paso adelante.