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Al cruzar el bosque, Kaizen se encontró con algunos monos color cobre poco después de pasar el campamento de los Descendragones.
Kaizen se sorprendió por la apariencia exótica de estos monstruos que nunca había visto antes.
Los monos eran de un tono dorado y su pelaje estaba cubierto de plumas coloridas. Eran de tamaño mediano, de aproximadamente un metro cada uno, y se movían rápidamente saltando de rama en rama.
Aunque Kaizen se fascinó por la belleza de estos seres por unos segundos, pronto se dio cuenta de la manera difícil que el nombre de estos monstruos no era infundado. Dado que eran monos muy rápidos que saltaban de lado a lado, era agotador tratar de golpearles. Además, tenían una forma cobarde de atacar a su presa, ya que seguían moviéndose alrededor, confundiendo a la presa, y siempre atacaban cuando la víctima estaba desprevenida.
Antes de que Kaizen se diera cuenta, los monos lo habían rodeado y comenzaron a atacarlo de esta manera.
