Cuando Kaizen regresó a la Biblioteca de los Magos antes de lo que había esperado, la bibliotecaria Alina se sorprendió gratamente.
Antes de explicarle qué tipo de libro buscaba, el Psíquico hizo lo que le había dicho y ofreció un regalo como agradecimiento. Este regalo no era físico, sino una promesa de que le haría un poderoso bastón una vez que aprendiera cómo hacer uno.
Alina casi se rió de su propuesta. Después de todo, el mejor bastón del mundo se podía encontrar justo en la Torre del Mago, si se atrevía a buscarlos.
Sin embargo, cuando Kaizen reveló que se entrenaba con una Piedrahierro, ella se asustó por la posibilidad. Aun así, lo dudaba y decía que era imposible ya que no se había visto una Piedrahierro en más de cien años. Esto obligó a Kaizen a aclarar lo que había pasado con la legendaria familia de herreros.