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La Forja Medular tenía una apariencia única, por decir lo menos.
El piso entero de este lugar era completamente metálico y negro, y no era difícil notar que había varias cabezas de pernos gigantes en el piso, como si estuvieran sosteniendo estas extrañas placas metálicas.
También había una gran torre en el lugar, que tenía un brazo largo, muy reminiscente de una grúa antigua. De este brazo colgaba una larga cadena que llegaba cerca del suelo, y un gancho estaba en el extremo. Obviamente se usaba para levantar cosas extremadamente pesadas. Al lado de esto había una montaña de herramientas destruidas y oxidadas que no habían resistido la prueba del tiempo. Además, varios yunques de diferentes tamaños, paneles con varias herramientas y hornos grandes y pequeños.
Más adelante en la Forja Medular, un voluminoso mineral en bruto de color rojizo transmitía mucho calor. Inmediatamente, Kaizen reconoció esto como una Piedra de Fuego gigante e intacta.
Los cristales azules en todas las cuevas a lo largo de la Aldea de Herreros estaban ausentes aquí, pero la enorme Piedra de Fuego iluminaba casi todo el lugar, manteniéndolo cálido.
Inconscientemente, Kaizen avanzó, deseando explorar el lugar y echar un vistazo más cercano a cada una de esas cosas lo antes posible. Therkara no lo detuvo. De hecho, miró al hombre con orgullo.
Sin embargo, el verdadero peligro de entrar en la Guarida de la Araña nunca fueron los Escorpión-Araña protegiendo la entrada, sino la criatura que yacía dormida al final de la cueva. Este era un peligro del cual incluso Therkara no estaba al corriente hasta ese momento.
Tan pronto como Kaizen dio un paso adelante, la planta de su pie derecho tocó un pequeño fragmento de Piedra de Fuego que ya estaba gris y frío.
Kaizen levantó el pie, miró el fragmento de mineral pisado y frunció el ceño al observarlo. Podría haber jurado haber visto Piedra de Fuego moverse por sí sola.
—¿Me estaré imaginando cosas? —Kaizen dudó de sus propios ojos.
Entonces esta piedra pulsó ligeramente, emitiendo esta vez un tenue brillo rojizo, demostrándole a Kaizen que no estaba loco.
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La reacción de esta pequeña piedra creó una reacción en cadena, y todas las Piedras de Fuego esparcidas por el piso de la cámara pulsaron simultáneamente momentos después del brillo de la piedra sobre la que Kaizen pisó, como si respondieran a ella.
Inicialmente, Therkara estaba tan confundida como Kaizen, quien todavía era un completo novato en el juego. Y al observar esta escena, ella escudriñó sus recuerdos por un momento; luego recordó una vieja historia que un viejo minero le había contado durante su infancia, una historia que ella detestaba.
En ese intervalo de tiempo entre avistar y asimilar Therkara, los brillos de las Piedras de Fuego formaron un camino en el piso de la entrada a la Forja Medular hacia la gran geoda de Piedras de Fuego, que, como si reaccionara en respuesta a sus contrapartes prácticamente muertas, pulsó y brilló en todo el ambiente.
—¡Kaizen! ¡Cuidado! —gritó Therkara Ironstone, alertando a su aprendiz.
Gracias a la advertencia de la señora Ironstone, Kaizen logró saltar hacia atrás a tiempo para evitar ser atraído por la fuerza de atracción de la geoda de Piedras de Fuego.
Todas las pequeñas piedras rojas esparcidas por el piso de la cámara fueron atraídas por la Piedra de Fuego más grande y volaron como balas hacia la cosa enorme. De repente, todas estas piedras grises se pegaron a la geoda roja y de alguna manera comenzaron a brillar, como si el calor de la geoda se estuviera transfiriendo a estas piedras más pequeñas.
Luego, la geoda comenzó a moverse y elevarse, provocando que cayera un gran polvo del techo.
—Kaizen miró a Therkara y declaró:
—¡Tenemos que salir de aquí!
—No podemos retroceder ahora. La Forja Medular es la única forja que tiene las cosas que necesitamos y al parecer ha perdurado durante estos cien años, si no podemos usar este lugar, no podré enseñarte a hacer nada.
—Está bien, solo cálmate. Podemos arreglar algo, pero primero, necesitas decirme qué es esta cosa —señaló a la geoda de Piedras de Fuego, que ya había salido por completo de la tierra, mostrando patas gigantes, peludas y negras, pero delgadas como patas de insecto.
Mientras hablaban, las paredes del lugar comenzaron a temblar a una frecuencia aún mayor que antes. La cadena de la grúa comenzó a balancearse de un lado a otro, y algunas armas en las paredes comenzaron a caer.
A pesar de que sabía que nada la podía matar, Therkara estaba aún más sin aliento que Kaizen. Aún así, las palabras de Kaizen fueron lo suficientemente calmantes para que ella pudiera responder algo.
—H-había un minero que hace muchos años dijo que encontró un monstruo gigantesco en las partes más profundas de la cueva —dijo Therkara, recuperando el aliento—. Describió a este monstruo como una gran criatura que lo atrajo porque parecía un enorme mineral. Cuando era niña pensé que las historias de este minero eran muy geniales, pero cuando crecí me di cuenta de que eran solo historias exageradas. Ahora, ya no sé qué creer.
—¡Humph! Parece que este tipo no era tan mentiroso como pensabas —Kaizen dijo con tono burlón y señaló con la barbilla a la geoda de Piedras de Fuego.
En ese momento, cuando Therkara miró al otro extremo de la cámara, una criatura aterradora se cruzó.
Esta criatura tenía tres metros de altura, ocho patas grandes y largas, una cabeza pequeña en comparación con el resto de su cuerpo, y ocho ojos tan rojos como la geoda de Piedras de Fuego en su abdomen. Excepto por esta geoda, todos los demás miembros del cuerpo de la araña eran negros, peludos y de carne como si fuera una araña normal. Sin embargo, esta era definitivamente la araña más grande que Kaizen y Therkara Ironstone habían visto en toda su vida.
Ante los dos, la quelícera de la araña colosal se abrió y un fuerte rugido se desató.
*Graaaauuurrrrr*
[Has iniciado una Batalla contra el Jefe Principal de la Guarida de la Araña en el Bosque Brumoso, Araña Demonio Escarlata].
Cuando esta advertencia apareció para Kaizen, la mala parte de su personalidad salió a la superficie, y él sonrió inevitablemente con emoción frente a un enemigo tan poderoso. Inmediatamente, usó el para ver si el monstruo era tan fuerte como parecía.
[Jefe: Araña Demonio Escarlata
Nivel: 19 | Atributo: Piedra | Naturaleza: Primal
HP: 1.000 | MP: 40
Ataque: 20 | Defensa: 20 | Velocidad: 10
Fuerza: 20 | Sabiduría: 15 | Resistencia: 50
Resistencia a hechizos de Fuego.]
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Editado por: DrHitsuji
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