—Hoy es un día de celebración, hermano, tanto Jake como Amy han logrado alcanzar el nivel 1 —dijo Rudra mientras acariciaba las cabezas de ambos niños que sonreían inocentemente hacia su tío.
—¿De verdad? Bien hecho —dijo Max, su voz entrecortada un poco al darse cuenta de la realidad detrás de la situación.
Si no hubiera fallado en salvar a los hijos de Rudra en la vida real cuando ocurrió el ataque de Año Nuevo, esta podría haber sido la realidad en la que estaría viviendo.
Su hermano estaría vivo y la unidad familiar estaría intacta, con ambos niños brillando y mostrando su verdadero potencial.
—Tío Max, ¡ahora puedo entrenar contigo! Tú también estás en nivel 1, podemos practicar diariamente —dijo Jake con un fuego competitivo en sus ojos mientras Max no podía evitar reír al ver su emoción.
Si realmente hubiera sido un luchador de nivel 1, se habría sentido insultado por este comentario, pero como no lo era, simplemente podía verlo como las travesuras de un niño y sonreír.