—No está mal —elogió Rudra a Max cuando su hermano salió ileso de su primer ataque en racha.
—Puedo hacerlo mejor —respondió Max mientras activaba su as bajo la manga y usaba [Clonación Perfecta].
En un instante, su clon se materializó de la nada con el mismo nivel de fuerza y conjunto de movimientos que Max, pero sin el mismo equipo.
La multitud, especialmente los niños que nunca habían sido testigos de la habilidad de clonación de Max, se quedaron perplejos por este fenómeno, ya que era la mejor habilidad que posiblemente habían presenciado en toda su vida.
¡Si uno pudiera simplemente crear un clon perfecto de sí mismo que replicara su nivel y conjunto de movimientos, teóricamente nunca tendrían que luchar uno contra uno en toda su vida!
No solo sería un compañero extremadamente confiable, sino que compartiría la misma psique y trabajarían en sincronía con el anfitrión, haciendo de esta habilidad indudablemente la más rota en toda Sigma.
