(POV de Satanás)
Satanás se apoyó en la ventana de su imponente torre mientras observaba con alegría cómo se desarrollaba la batalla en el frente del Este.
Los cadáveres se amontonaban por miles cada minuto que pasaba y la enorme cantidad de pérdida de sangre hacía que el aroma en el aire se volviera metálico.
Podía ver a Regus Aurelio mirándolo desde la distancia, los ojos rojos del Monarca Vampiro clavados directamente en su alma provocando que se le erizara la piel.
—Eres poderoso, ¿verdad? —dijo Satanás mientras sonreía tan ampliamente que, aunque estaba a cinco kilómetros de distancia, Regus todavía podía notar los trozos de carne atascados entre sus dientes.
Regus esperaba pacientemente a que Satanás hiciera el primer movimiento y había esperado desde hace tiempo que se lanzara a la batalla, pero por alguna razón, Satanás se quedó quieto en su lugar mientras admiraba el paisaje fuera de la ventana de su torre completamente armado.
