(Punto de vista de Asiva)
La sangre de Asiva hervía cuando notó a Marco Aurelio mirándola fijamente desde la multitud.
De no haber sido por Sebastián, que contenía su ira, probablemente habría matado a Marcos en el acto, justo en ese momento.
Odiaba muchísimo a ese hombre, solo superada por Will Kingsman, y su odio hacia él estaba completamente justificado después de su lasciva obsesión por hacer que se sometiera a él para tener sexo.
La única razón por la que no empezó una pelea fue porque conocía los antecedentes que poseía Marco Aurelio, no era un hombre que se podía provocar casualmente y por esa misma razón Asiva mantenía su calma.
Cuando la asamblea se disolvió, Asiva se alejó a propósito del grupo con la esperanza de que Marcos la siguiera, y eso es exactamente lo que hizo el bastardo al intentar seguirla sigilosamente, pero era horrible ocultando su presencia ya que incluso un ciego podría notarlo persiguiendo a alguien.