El proceso de dragonificación fue inventado inicialmente para purificar las líneas de sangre de las especies inferiores de dragones a sus formas superiores de dragón.
Fue por puro accidente que más tarde se descubrió que las especies no dracónicas podrían convertirse en especies semidracónicas mediante el procedimiento.
Desde este descubrimiento, el proceso se ha mantenido como un secreto bien guardado de los altos niveles de la sociedad dragonil.
Los dragones eran favorecidos por la naturaleza como una especie con gran vitalidad y defensa, siendo más sintonizados con el maná que cualquier otra especie en el universo, excepto la raza de ángeles.
Cuando un individuo pasaba por el proceso de draconificación, se observaba que sus venas de maná se volvían mucho más anchas y suaves que antes, mientras que los caminos del maná previamente colapsados o dañados en sus cuerpos eran curados.
