—Pequeña Blanca se aferró a Blake —abrazándolo con su cola moviéndose de un lado a otro, su cabeza enterrada en su cuello, y le mordisqueaba—. Quería mostrarle cuánto lo amaba. Blake era su mundo entero. El hombre que la salvó cuando estaba en peligro y que más cuidaba de ella. Podía sentir su tristeza cuando ella resultó herida y la preocupación que sentía cuando estaba en su fase de evolución. Esto fue lo que la impulsó a convertirse en humanoide. Para poder abrazarlo y aferrarse a él de esta manera.
Blake no intentó quitar a Pequeña Blanca de encima. En cambio, sostuvo su trasero y dejó que hiciera lo suyo. Mientras ella estuviera feliz, él la dejaría hacer lo que quisiera.
—¡Esposo! —Yui llegó corriendo. Su cola, moviéndose de un lado a otro tanto como la de Pequeña Blanca. A su lado estaba Chi, cuya cola también se movía sin parar.
—Yui, Chi. ¿Cómo estuvo todo en la base? —Blake preguntó mientras extendía la mano y les rascaba la cabeza a ambas.