{R-18}
—Era de noche, y después de pasar un tiempo con sus esposas, Blake caminó hacia la habitación donde Riku estaba sentada esperándolo, desnuda. Cuando él entró por primera vez, ella estaba sentada al borde de la cama con la cabeza gacha y la cola y las orejas caídas. Parecía estar decaída. Al ver esto, Blake se sintió aún peor al darse cuenta de que de verdad había hecho esperar demasiado a la pobre chica perro. Se desvistió y se acercó a ella y sostuvo su barbilla, levantando su cabeza para que pudiera verlo.