—¡Último día de solo dos capítulos! ¡Mañana recibirán 5 capítulos! —anunció Blake.
Blake no llevó a nadie consigo excepto a Leafia. Todos los demás necesitaban prepararse para la batalla venidera. Los dos salieron de la ciudad y se dirigieron hacia los árboles, que estaban habitados por las dríadas. Según lo que Blake había entendido de esta raza, se alimentaban de semilla. La semilla de hombres. A diferencia de algunos mitos donde matarían a su hospedador, no era nada de eso. Solo tomaban la semilla como una forma de energía y nada más. Nunca tocaban la fuerza vital de sus donantes.
—Señor, ¿puedo preguntar por qué decidió construir una comunidad así? —Leafia estaba interesada en saber por qué Blake se esforzaba tanto en hacer un lugar para todas las razas.