—¡An! ¡Alcanzamos las 1k! Aquí tienen su capítulo de bonificación. ¡Aún quedan 4 por venir!
Lillia miró a Clance, cuya expresión era seria, y asintió. Se acercó y puso su mano en el hombro de Clance. —Si traes a nuestro esposo de vuelta a nosotras, te permitiré convertirte en nuestra hermana.
Los ojos de Clance se abrieron de par en par. Nunca pensó que Lillia le diría eso un día. ¡Imaginó que debería suplicar y rogar para unirse al grupo! Estaba aún más motivada para apresurarse y partir. Hizo todo lo posible por contener su entusiasmo al decir:
—Lo traeré de vuelta, te lo prometo.
Después de que Clance se fue, Noa no pudo evitar fruncir un poco el ceño. —Lillia, ¿realmente la dejarás unirse?