—¡Bret, cabrón, vuelve aquí! —Mike se levantó y corrió detrás de Bret. Pero Bret rápidamente se levantó de su asiento y salió corriendo—. ¡No quiero tu picazón!
—¡Qué picazón ni que nada, cabrón, no estés diciendo mentiras! —Mientras Mike y Bret corrían alrededor de la mesa, Blake y los demás estallaron en carcajadas. Quería que todos los que trabajaran hacia sus objetivos fueran como estos dos. Tan buenos amigos que pudieran actuar así y que no hubiera resentimientos después.
—¡Ahh, cabrón! ¡Saca tu mano de mi boca! —Bret gritó mientras Mike le metía los dedos en la boca. Solo entonces Mike lo soltó y resopló—. ¡La próxima vez cuida tu boca! ¿Cómo se supone que voy a conseguir esposa si andas esparciendo mentiras! —Mike se sentó y se limpió los dedos. Tenía una expresión de asco en su cara—. ¿Cuándo fue la última vez que te cepillaste los dientes? ¡¿Realmente crees que a una chica elfo le gustará un hombre con dientes podridos!?