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Debido a los eventos del día, Blake y las dos chicas hicieron su camino de regreso a la base incluso después de la puesta del sol. No querían demorarse más. Sin embargo, en el camino Blake miró a Noa con sospecha al preguntar:
—¿Cómo supiste dónde estaba?
—Yo... —Noa bajó la cabeza mientras respondía—. Puse un rastreador dentro de tu boca cuando nos besamos por si acaso algo te pasara. Si no lo quieres contigo, puedo quitarlo...
—No, está bien. Pero deberías enseñarme también este hechizo, así puedo hacer lo mismo por ustedes chicas. Es mejor estar seguros que arrepentidos. Además... Cuando lleguemos a la base, quédate con Faana fuera de las puertas. Déjame hablar primero con Lillia. —En este momento, sabía que Lillia probablemente haría explotar toda la base para matar a Faana si ella fuese llevada directamente allí. Así que era mejor hablar con ella primero.
—Mmm... Buena suerte... —Noa sabía que Blake iba a enfrentarse a problemas. Así que solo podía desearle suerte.
