—Bienvenido al Reino de Violis, señor —un oficial le sonrió antes de dejarlo pasar.
—Gracias —Rui asintió antes de salir de la oficina del puerto de tránsito y dirigirse a través de las concurridas calles del Reino de Violis.
No quería hacer esperar a Kane, pero tampoco podía simplemente abandonar la nación. Según su comprensión de las capacidades de recolección de inteligencia del departamento de inteligencia de la Unión Marcial, la cantidad de información que poseían sobre cualquier tema en particular dependía de la importancia y necesidad de esa información, así como de la dificultad para obtenerla.
Estaba relativamente seguro de que la Unión Marcial muy pronto descubriría que había entrado en el Reino de Violis. Por supuesto, no le asignarían una cola o un espía, ya que la importancia y necesidad de su paradero y intenciones actuales no eran tan cruciales.
