Discutieron algunos detalles más, antes de ir a completar los preparativos. El plan que Rui proponía no era nada simple, y requería de mucha preparación y planificación. Rui necesitaba asegurarse de saber exactamente en qué se estaba metiendo, de lo contrario, las cosas podrían desviarse fácilmente de sus planes.
Los dos necesitaban adquirir discretamente nuevas máscaras y atuendo marcial. Usar el atuendo marcial que obtenían del departamento de servicios y comodidades de la Unión Marcial sería una movida increíblemente estúpida.
Ambos procedieron a encargar varios juegos de atuendo marcial de una compañía internacional. Comprarlo de una empresa nativa del Imperio Kandriano sería como anunciar que formaba parte del Imperio Kandriano. Eso permitiría fácilmente que sus competidores rastrearan su identidad con el tiempo.
No podía evitarlo con las armas que encargó, pues las comisiones para los herreros no podían ser internacionales en su mayoría.