Rui permaneció en su lugar mientras una corriente de viento extremadamente poderosa lo empujaba. Un humano ordinario ya habría sucumbido a la presión del viento.
Rui se giró para despejar sus dudas, pero sus ojos se ensancharon al ver al hombre sellando la entrada de la cueva con un enorme y largo pedrusco que estaba sellando la entrada.
—¡No te molestes en intentar salir, este lugar está cerca del centro de la montaña y está reforzado por grandes distancias en todas direcciones con muchas rocas fuertes que serán extremadamente difíciles de romper incluso para ti antes de que te asfixies hasta la muerte! Esto durará unas tres horas ya que es tu primera vez. Por favor, no mueras.
Rui ni siquiera tuvo tiempo de quejarse por las explicaciones y detalles faltantes sobre la técnica. Estaba acostumbrado a conocer la totalidad de su régimen de entrenamiento antes de comenzarlo. Sin embargo, resultó que esto no era necesariamente cómo funcionaban las cosas en la Tribu G'ak'arkan.
