Transcurrieron unos días y no había cambiado mucho. En este momento, a Rui solo le quedaba esperar noticias. Habían hecho todo lo que debían, y ahora la pelota estaba en la cancha de la Tribu G'ak'arkan. Rui solo tenía que asegurarse de que estuvieran preparados para cualquier cosa.
Y así fue cuando finalmente sucedió.
—Señor, un Escudero Marcial de la Tribu G'ak'arkan ha llegado, anunciando que el Senior K'Mala de su tribu llegaría al anochecer —un agente del equipo diplomático irrumpió en la oficina diplomática, anunciándole a Rui.
—Bueno —Rui se levantó—. Al menos tuvieron la cortesía de avisarnos con anticipación. Casi todas las preparaciones ya están listas. Asegúrate de que así sea.
—Sí, señor —El hombre asintió, antes de apresurarse a hacer su trabajo.
—¿Escucharon eso, Zeyra, Stemple? —Rui alzó una ceja hacia sus dos asistentes.
—Sí, señor, nos aseguraremos de estar listos para entonces —asintieron.
—Bien.