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Una vez que Rui regresó, inmediatamente comenzó a emitir órdenes al personal relevante. Habían adquirido los cadáveres de dos Seniores Marciales cuyo estado no podía permitirse que se deteriorara más.
Mientras el Senior Ceeran podía excusarse y consentirse con un buen baño caliente por un trabajo bien hecho, Rui había visitado de inmediato al equipo de inteligencia con respecto a algunos asuntos importantes.
—¿Quieres que me infiltre en la Tribu K'ulnen y ponga micrófonos en todo el lugar? Claro, eso no es problema ahora que esas dos amenazas inminentes se han ido. Pasaré justo por delante de esos novatos Escuderos Marciales y colocaré escuchas justo debajo de sus narices.
—Ten cuidado, sin embargo. Los micrófonos espía pierden su invisibilidad e imperceptibilidad una vez que se separan de tu persona —Rui le advirtió.