—¿No quieres saber qué pasó, hermano mayor? —Mana levantó una ceja.
—Los detalles no importan tanto, pero sí —Rui asintió—. Cuando tú quieras.
—Nos encontramos con un Aprendiz Marcial. Él me rompió la mandíbula y las costillas de Max —Mana hizo una pausa por un momento, antes de suspirar.
Esa era más o menos la justificación más sólida que se podía tener para una derrota. Por supuesto, eso no hacía las cosas mejor; una derrota seguía siendo una derrota.
—Para cuando pudimos reaccionar, ya había terminado —Max apretó los dientes—. Esa chica, ¿Crea Jenken? Ella avanzó al Reino de Aprendiz y barrió el piso con ese otro Aprendiz Marcial. Demonios, desearía ser como...
—Espera —Rui hizo una pausa abruptamente, tratando de ocultar su shock con una máscara mental—. ¿Me estás diciendo que una chica avanzó?
—Sí —Max asintió.
—¿Se llama Crea Jenken? ¿Estás seguro? —preguntó con un tono despreocupado.
—Bastante seguro de que así la llamaron cuando la aprobaron —Max se rascó la cabeza.