—No es lo mismo —negó ella con la cabeza—. La Academia Marcial tiene otros estudiantes fuertes y Aprendices Marciales de mi generación, quiero probar mi fuerza contra ellos, también quiero completar muchas misiones.
—¿No quieres entrar al ejército y unirte a tu padre? —preguntó Rui, curioso.
Ella resopló ante sus palabras. —El ejército es aburrido. Además, odio seguir un montón de órdenes.
Rui rió entre dientes.
—¿Vamos a empezar a entrenar o qué? —cruzó los brazos ella.
—Solo estaba tratando de conocerte mejor —respondió Rui calmadamente—. Pero sí, podemos entrenar.
—Bien, empecemos de inmediato —asintió—. ¿Qué hacemos primero?
—Bueno, para empezar. Peleemos un poco, deseo experimentar tu fuerza antes de que podamos comenzar a entrenar —le dijo Rui mientras señalaba el área de combate.
Ella asintió mientras lo seguía. —Por cierto, tenía una pregunta.
—¿Hmm?