Un día después, un Escudero Marcial pasó por el Orfanato. Inmediatamente encontró a otro Escudero Marcial esperándole en la puerta.
—Escudero Casen —Rui lo saludó—. Estás aquí.
—Escudero Quarrier —la mujer respondió—. Parecía varios años mayor que Rui, con ojos marrones y cabello verde que le llegaba hasta la cintura.
—Vamos —Rui le dijo, comenzando a caminar por el cielo.
—¿A dónde? —ella frunció el ceño, siguiéndolo.
—Al lugar donde entrenaremos —Rui le dijo mientras la llevaba a lo profundo del bosque cerca del Orfanato, hacia una colina.
Rui había despejado mucho terreno, sospechando que necesitaría el espacio para lo que estaba planeando.
—Tienes una técnica de ataque contundente, ¿verdad? —Rui preguntó para confirmar—. Había hecho de eso una de las condiciones del encargo. Iba a estar probando la idea que se le había ocurrido para el Proyecto Rebote. Necesitaba que su compañera de entrenamiento poseyera al menos una técnica de ataque del Arte Marcial.