Los dos hombres se miraron fijamente durante unos segundos.
—Lo has explicado mejor de lo que yo podría —suspiró Julián—. No me había dado cuenta de que tu proyecto fuera tan ambicioso. ¿Hay alguna razón particular por la que tengas confianza en que realizar un proyecto así es realista? No quiero desanimarte, pero establecer metas extremadamente irrealistas suele ser no solo una pérdida de tiempo y energía sino también contraproducente.
—Tienes razón —asintió Rui—. Y para responder tu pregunta, sí, tengo una razón.
—Bueno, entonces escuchémosla.