La técnica cuyo entrenamiento le resultó bastante interesante fue la del Flujo de Fauna. Le requería dominar la comunicación no verbal. Era como aprender un nuevo idioma, excepto que tenía reglas universales que podían ser analizadas a la inversa y seguidas. Lo que realmente ayudaba acerca del lenguaje era que la técnica del Palacio Mental podía contribuir enormemente en el aprendizaje de la técnica.
Una vez que Rui comprendió los procedimientos de entrenamiento de cada una de las técnicas, se dirigió inmediatamente a las instalaciones de entrenamiento para cada técnica.
—¿Cuántas técnicas son esta vez? —preguntó el Escudero Dylon, antes de pausar—. No, espera, déjame adivinar. ¿Cinco? ¿Seis?
—Seis —confirmó Rui.
—Por supuesto que son seis —bufó—. Bueno, ¿qué técnica es esta vez?
—Lanza Reverberante —Rui alzó el pergamino.
—Buena elección —admitió—. Buena técnica. Permite derribar cosas mucho más grandes y resistentes que tú. Has memorizado el régimen de entrenamiento, ¿verdad?