—Te tengo —miró a los ojos de Fiona con una sonrisa extáticamente inquietante que cortaba a través de su rostro ensangrentado y mutilado.
Fiona sintió un escalofrío subir por su espina dorsal mientras miraba sus intensos ojos inyectados en sangre.
Entonces, y solo entonces, siguió el dolor.
¡SPLURT SPLURT SPLURT! Sangre brotó de su cuello, sorprendiendo a todos los que lo presenciaron.
—¿Qué había pasado?...
—...¿Eh? —Fiona murmuró, sin entender. Su cuerpo estaba saturado de endorfinas supresoras del dolor que el cuerpo humano libera naturalmente en estados de extrema excitación.
Pero la realidad pronto se apoderó de ella.
Inmediatamente presionó su mano contra su cuello, conteniendo el flujo de sangre mientras sus ojos se abrían de par en par en shock al sentir lo que había.
—¡Un agujero!
—¡Un agujero en su cuello! —Echó un vistazo a Rui en shock.
—...Ha... Jaja... —Se rió inestablemente.
THUD Colocó un pie en el suelo.
THUD El otro pie pronto le siguió.